lunes, 29 de junio de 2015

Los Educadores de Rocker dieron cátedra en Carlos Paz.

Jueves 25 de Junio. Año 2015.

Desde la mañana temprano dos camiones arribaron a Desesperanza, las persianas todavía se encontraban bajas y el proveedor debió llamar dos veces al timbre del lugar y golpear con fuerza una puerta de chapa para que el encargado lo atendiera. Don Jacinto se disculpa diciendo que “anoche terminamos tarde” y les abre un portón para que descarguen la mercadería, los empleados bajaron no menos de 600 packs de agua mineral de medio litro. Afuera el sol brilla de manera extraña dada la época, y por las calles de Carlos Paz comienzan a verse rostros de gente que no es oriunda del lugar, pero que tampoco son turistas, pequeñas bases se arman en las plazas o cuanta esquina con kiosco y almacén se encuentre.

Evento: Recital de Rocker & The Educators.

La producción organizó el evento como el debut oficial de Rocker y sus Educadores, como se lo conoce vulgarmente en la calle, o simplemente Los Educadores. Desde temprano, e inclusive días previos, Carlos Paz se vio invadido por chicos de todas las edades vestidos con guardapolvos blancos, y las mujeres que decir, iban por la calle vestidas de colegialas, la falda era inversamente proporcional a la edad. Así pude charlar con Valeria, una niña de 13 años que llevaba una pollera por debajo de sus rodillas, decía estar feliz pero enojada porque “mi mamá no me dejó maquillar”. Distinto el caso de Melina, de 22 años, quien llevaba una camisa atada dejando su ombligo al aire y una falda a cuadros que a duras penas cubría sus muslos. “Los Educandos Presentes”, decía una bandera colgada entre dos árboles, y un grupo de unas veinte personas recostados debajo de ella bebían agua mineral de diferentes marcas, se pasaban la botella e intercambiaban opiniones, “probá esta que está buenísima” o “esta agua la trae mi primo desde Paraguay, no sabés lo que es”; los más grandes sacaban chapa “agua era la de antes, ahora te la disuelven con químicos”.
El público que sigue a Rocker se hace llamar así, “Los Educandos”, y ellos fueron hasta las inmediaciones del hotel donde Rocker y Los Educadores se alojaban, llevaban consigo carteles y gritaban cosas desde la calle. “Soy una chica mala, necesito educación”, decía el cartel de una lolita, o simplemente “Educame”, decía otro. El público masculino exigía la entrega de Lole al grito de “si no entregan a Lole que quilombo se va a a armar”, y alguno que otro pegó el grito de guerra “Educate esta puto”. Finalmente, y como anunciando lo que ocurriría a la noche, por el balcón se asomó una mano para la exaltación de la gente, y luego Rocker en persona, quien saludaba tímidamente, en una clara imitación (lo que no sé es si a modo de homenaje o burla) al Papa Francisco. Rocker comenzó a tirar tizas desde el balcón, generando la indignación de los vecinos y una posterior explicación a las autoridades de la ciudad.
Las puertas de Desesperanza se abrieron pasadas las 23 horas para que ingresaran las casi cuatrocientas personas que compraron la entrada, se quejaron por el precio argumentando que “sabés el agua que me compro con esa guita”, pero la fidelidad es más grande, como es el caso de Gerónimo, quién viajó desde Ushuaia a dedo, o el caso de los gemelos Van Dark, un chico y una chica de Holanda, quienes por supuesto no viajaron exclusivamente desde su país de origen a ver a Rocker pero dijeron “conocerlo en Londres, muy lindo música”, y ya que estaban por aquí, aprovecharon para verlo.
A falta de un minuto para las 23:30 se apagaron las luces y un minuto después salieron a escena los Fantasmitas Blues Band, la mítica banda de los ’70.  En la entrada decía “banda invitada sorpresa”, y las especulaciones fueron varias, quienes siguen al clan de Vicky’s decían que dicha banda no podía no ser otra que los Fantasmitas, y algunos en el campo se miraban con chispa y brillo en sus ojos, inflando el pecho como diciendo “viste, je, ¿qué te dije?”. Desde el escenario no se dijo absolutamente nada, la banda comenzó a tocar y así se mantuvo durante poco más de media hora, ni un “hola” o “buenas noches”, nada, sin presentarse, sin despedirse. La gente quedó con ganas de más, y lo hizo saber con el clásico canto de “una más y no jodemos más”, pero nada, la Blues Band se fue para no volver, y cuando los técnicos desarmaron la batería el público silbó e insultó, generando unos pequeños disturbios con los de seguridad.
Los baños del bar estaban colmados y se hacían largas filas. Algunos no se aguantaron y mearon contra la pared, o en los vasos. La barra no pudo cumplir con las exigencias generadas por la gente y ya se estaban vendiendo las aguas al natural porque no había tiempo para enfriarlas. Don Jacinto me confesó que no fue buena idea poner el Happy Hour, “estos pibes toman agua como si fuese agua”, se asombró.
Una explosión interrumpió el murmullo del bar, ese sonido ambiente de susurros, algún grito para llamar a otro, risas, opiniones sobre el tema con el que se abriría. La explosión hizo que todo el público se aglomerara sobre el escenario, dejando un espacio libre en la parte trasera,
de pronto la cantidad de gente pareció menor, pues claro, todos estaban pegados el uno al otro y los gritos se hicieron presentes cuando una segunda explosión los abrazó seguidos de una sirena, los “che, no empujen” se mezclaron con los de “no apoyen”, ahora todo era una batalla campal donde se debía defender el lugar a capa y espada. Una tercera explosión apagó por completo las luces del lugar para darle lugar a la salida de humo desde el escenario. Los platillos de la batería marcaron cuatro tiempos y el piano sonó, luego se intercaló un arpegio de guitarra, el sintetizador y la betería ingresaron a la vez, junto con el coro de la gente y el pegadizo “oh, oh, oh” en negras que propone la canción. Rocker, de gorra con visera y gafas redondas a lo Lennon y unos auriculares a lo David Guetta, se hizo cargo del tecladito midi para la melodía. Abajo, los que podían saltaban al compás del bombo, el resto se movía, haciendo que la vista desde arriba se asemeje a un mar embravecido. Here I Come es un tema especialmente compuesto para abrir recitales, sería imposible de imaginar esta canción en otro lugar que no sea primera.
Dark Run siguió casi sin pausa. Una tenue luz se encendió sobre el escenario y la gente enloqueció, es que por primera vez Los Educadores estaban sin máscaras, protección que utilizaron en sus giras por Europa y América Latina, y en un par de los shows sorpresas brindados en el país. La gente quedó en shock unos instantes, algunos tapaban sus caras sin poder creer lo que veían sus ojos, miraban hacia atrás, como buscando a sus amigos, decían el nombre de los protagonistas mientras los señalaban con el dedo. En escena Rocker se encarga de los teclados, sintetizadores, samplers, loops, efectos, sonidos y ruidos molestos, eso se sabe. Sorprendió ver a Braian Bauer haciéndose cargo de las guitarras, y lo digo en plural porque el set de cuerdas estaba compuesto por tres guitarras y no menos de quince pedales para conseguir los efectos. El bajo, a cargo de ToN, era más simple, solo un bajo de cuatro cuerdas, y lo más emocionante, fue que, tal cual Sumo en sus comienzos, Lole era la dueña total y absoluta de la batería, vestida con una musculosa blanca y un short de jean, dirigía la batuta desde el fondo, algo que no sorprende, ya que con Vicky alejada del mundillo del arte, y con Sofía fallecida, no son pocos los que afirman que “la única que piensa ahí es Lole”, en referencia al clan Vicky’s Books.
Rocker dio la bienvenida luego del tercer tema con un “buenas noches amigos, somos Los Educadores”, modestia por parte del líder, quien dijo somos a pesar de que el proyecto lleva su nombre en el título. En el escenario había un pizarrón como decorado, él caminó hasta allí y escribió su nombre para luego decirle al público, a sus educandos que “soy el profesor Rocker y voy a estar a cargo de esta clase”, Lole hizo sonar los redoblantes y el platillo para rematar el chiste.
Los temas se sucedían uno tras otro sin detenerse, las versiones en vivo son mucho más crudas y algunos efectos conseguidos en los discos son imposibles de trasladar al vivo, en algunos pasajes se pudieron dar el lujo de zapar, y Bauer improvisó un solo de guitarra de varios minutos para darle lugar a Rocker con una melodía jazzera, en ese segmento se pudo leer los labios de Lole, quien les gritó desde el fondo que “están re perdidos hijos de puta”, los chicos sonrieron y Rocker movió su mano sobre su cuello, señal de cortar la cabeza o de “esto no da para más”, así terminó la primera parte del show.
Intermezzo, es un tema de los demos de Rocker, creados desde la oscuridad y en solitario, y se hizo presente para darle tiempo a la banda a tomar agua y aire. Que uno de los demos apareciera fue una buena señal, y Rocker al regresar al escenario dijo “algunos de nuestros Educandos ya se recibieron, a ellos va dedicado este tema”, y la emoción se hizo presente en los seguidores más antiguos, quienes mostraban lágrimas en sus ojos al corear la melodía de Punchi Blues. Y como no hay dos sin tres, un tercer demo brotó, Tango Fail en una nueva versión mucho más potente sonó. Los más fieles saben que si esta canción suena hay un invitado especial, y sí, sin presentación alguna apareció entre el humo un ser humano a quien se lo conoce como el Malherido. Este ser comenzó a recitar poemas de Jim Morrison en una versión y traducción muy libre, “ir encender bebé, luz mi fuego”, dijo, luego recitó poemas propios que eran intercalados con versos del Martín Fierro y hasta pasajes de la mismísima Constitución Argentina. Los más fieles y por ende antiguos seguidores celebraban cada una de las ocurrencias del artista, quien estaba en su salsa, los más nuevos, claro, no entendían que carajo estaba pasando y se miraban de reojo. El Malherido se fue sin ser despedido ni despedirse, apareció como un fantasma y así se retiró, libre de egos.
Rocker, que extrañamente tenía muchas ganas de hablar, volvió a tomar el micrófono para decir que “antes de que empiecen a delirar, aclaro que hoy Vicky no vino porque fue mamá hace unos pocos días, y se quedó en su casa al cuidado Tadeo, el primogénito”, la gente aplaudió, aunque algunos de la platea masculina masticaban bronca pensando que “la perdimos para siempre”.
Llegó la hora de un lujo, tocaron el tema Born Slippy de Underworld, sí, el de la película Trainspotting. En el tema Grape Gum se dieron otro pequeño lujo, un capricho de más de diez años. Un enano disfrazado de pastilla salió a escena con una jeringa gigante, salpicando a la gente con líquidos rojos y verdes mientras reía bufonescamente. Un fiscal, se supo después, actuó de oficio y denunció a la banda por alta apología a las drogas.
“Bueno”, dijo Rocker e hizo un silencio, como pensando bien las palabras a decir, como buscando dar un discurso o no, pero simplemente terminó la frase con un “la próxima canción está dedicada a Sofía”, el público bajó la vista y llenó la sala de un respetuoso aplauso que se extendió por casi dos minutos para darle lugar a la hermosa She dances with the rain; Lole no fue capaz de esconder su tristeza y tocó todo el tema llorando.
Siguió con una furiosa y extensa versión de The lover Goddess y a esa altura ya se respiraba aire a final de concierto.
Con Warsaw, el primer himno de la banda según los educandos, los consagró definitivamente y con una también extensa versión de Whisky la banda se retiró de escena de a uno, primero Lole, no sin antes caminar hasta adelante del escenario y despedirse del público, quien la ovacionó con gritos, piropos y aplausos, la siguió ToN, bautizado como el Sid Vicius de la electrónica, su fuerte son las artes plásticas y eso quedó claro, Braian Bauer arrojó varias púas antes de partir dejando en solitario a Rocker con el piano, creando un loop que se fuer muriendo en fade out mientras él se retiraba, no sin antes anunciar un “gracias chicos, nos vemos en Septiembre”, el griterío invadió el lugar, el fade out mutó a silencio y las luces se prendieron.
Los músicos se retiraron del bar sin hacer declaraciones. Hay mes confirmado para un próximo encuentro, aunque no fecha ni lugar exacto.
Habrá, entonces, que esperar.


Crónica rechazada por la Rolling Stone
escrita por Miter Bubble.

LISTA DE TEMAS

01 Here I Come
02 Dark Run
03 Finish it Yourself
04 Be free
05 On your lips
06 Nurse Love
07 Move to Belinda
08 Hot Influence
09 Freak Show
10 The Ghost from Open Door
11 Shine in the Shadow
12 Intermezzo
13 Punchi Blues
14 Tango Fail 
15 Born Slippy 
16 Lucy is back
17 The Geisha's Requiem
18 How to Make
19 Grape Gum
20 She dances with the rain
21 The Lover Goddess
22 Warsaw
23 Whisky

Escuchá la discografía de Rocker & The Educators desde ACA.


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