lunes, 29 de junio de 2015

Los Educadores de Rocker dieron cátedra en Carlos Paz.

Jueves 25 de Junio. Año 2015.

Desde la mañana temprano dos camiones arribaron a Desesperanza, las persianas todavía se encontraban bajas y el proveedor debió llamar dos veces al timbre del lugar y golpear con fuerza una puerta de chapa para que el encargado lo atendiera. Don Jacinto se disculpa diciendo que “anoche terminamos tarde” y les abre un portón para que descarguen la mercadería, los empleados bajaron no menos de 600 packs de agua mineral de medio litro. Afuera el sol brilla de manera extraña dada la época, y por las calles de Carlos Paz comienzan a verse rostros de gente que no es oriunda del lugar, pero que tampoco son turistas, pequeñas bases se arman en las plazas o cuanta esquina con kiosco y almacén se encuentre.

Evento: Recital de Rocker & The Educators.

La producción organizó el evento como el debut oficial de Rocker y sus Educadores, como se lo conoce vulgarmente en la calle, o simplemente Los Educadores. Desde temprano, e inclusive días previos, Carlos Paz se vio invadido por chicos de todas las edades vestidos con guardapolvos blancos, y las mujeres que decir, iban por la calle vestidas de colegialas, la falda era inversamente proporcional a la edad. Así pude charlar con Valeria, una niña de 13 años que llevaba una pollera por debajo de sus rodillas, decía estar feliz pero enojada porque “mi mamá no me dejó maquillar”. Distinto el caso de Melina, de 22 años, quien llevaba una camisa atada dejando su ombligo al aire y una falda a cuadros que a duras penas cubría sus muslos. “Los Educandos Presentes”, decía una bandera colgada entre dos árboles, y un grupo de unas veinte personas recostados debajo de ella bebían agua mineral de diferentes marcas, se pasaban la botella e intercambiaban opiniones, “probá esta que está buenísima” o “esta agua la trae mi primo desde Paraguay, no sabés lo que es”; los más grandes sacaban chapa “agua era la de antes, ahora te la disuelven con químicos”.
El público que sigue a Rocker se hace llamar así, “Los Educandos”, y ellos fueron hasta las inmediaciones del hotel donde Rocker y Los Educadores se alojaban, llevaban consigo carteles y gritaban cosas desde la calle. “Soy una chica mala, necesito educación”, decía el cartel de una lolita, o simplemente “Educame”, decía otro. El público masculino exigía la entrega de Lole al grito de “si no entregan a Lole que quilombo se va a a armar”, y alguno que otro pegó el grito de guerra “Educate esta puto”. Finalmente, y como anunciando lo que ocurriría a la noche, por el balcón se asomó una mano para la exaltación de la gente, y luego Rocker en persona, quien saludaba tímidamente, en una clara imitación (lo que no sé es si a modo de homenaje o burla) al Papa Francisco. Rocker comenzó a tirar tizas desde el balcón, generando la indignación de los vecinos y una posterior explicación a las autoridades de la ciudad.
Las puertas de Desesperanza se abrieron pasadas las 23 horas para que ingresaran las casi cuatrocientas personas que compraron la entrada, se quejaron por el precio argumentando que “sabés el agua que me compro con esa guita”, pero la fidelidad es más grande, como es el caso de Gerónimo, quién viajó desde Ushuaia a dedo, o el caso de los gemelos Van Dark, un chico y una chica de Holanda, quienes por supuesto no viajaron exclusivamente desde su país de origen a ver a Rocker pero dijeron “conocerlo en Londres, muy lindo música”, y ya que estaban por aquí, aprovecharon para verlo.
A falta de un minuto para las 23:30 se apagaron las luces y un minuto después salieron a escena los Fantasmitas Blues Band, la mítica banda de los ’70.  En la entrada decía “banda invitada sorpresa”, y las especulaciones fueron varias, quienes siguen al clan de Vicky’s decían que dicha banda no podía no ser otra que los Fantasmitas, y algunos en el campo se miraban con chispa y brillo en sus ojos, inflando el pecho como diciendo “viste, je, ¿qué te dije?”. Desde el escenario no se dijo absolutamente nada, la banda comenzó a tocar y así se mantuvo durante poco más de media hora, ni un “hola” o “buenas noches”, nada, sin presentarse, sin despedirse. La gente quedó con ganas de más, y lo hizo saber con el clásico canto de “una más y no jodemos más”, pero nada, la Blues Band se fue para no volver, y cuando los técnicos desarmaron la batería el público silbó e insultó, generando unos pequeños disturbios con los de seguridad.
Los baños del bar estaban colmados y se hacían largas filas. Algunos no se aguantaron y mearon contra la pared, o en los vasos. La barra no pudo cumplir con las exigencias generadas por la gente y ya se estaban vendiendo las aguas al natural porque no había tiempo para enfriarlas. Don Jacinto me confesó que no fue buena idea poner el Happy Hour, “estos pibes toman agua como si fuese agua”, se asombró.
Una explosión interrumpió el murmullo del bar, ese sonido ambiente de susurros, algún grito para llamar a otro, risas, opiniones sobre el tema con el que se abriría. La explosión hizo que todo el público se aglomerara sobre el escenario, dejando un espacio libre en la parte trasera,
de pronto la cantidad de gente pareció menor, pues claro, todos estaban pegados el uno al otro y los gritos se hicieron presentes cuando una segunda explosión los abrazó seguidos de una sirena, los “che, no empujen” se mezclaron con los de “no apoyen”, ahora todo era una batalla campal donde se debía defender el lugar a capa y espada. Una tercera explosión apagó por completo las luces del lugar para darle lugar a la salida de humo desde el escenario. Los platillos de la batería marcaron cuatro tiempos y el piano sonó, luego se intercaló un arpegio de guitarra, el sintetizador y la betería ingresaron a la vez, junto con el coro de la gente y el pegadizo “oh, oh, oh” en negras que propone la canción. Rocker, de gorra con visera y gafas redondas a lo Lennon y unos auriculares a lo David Guetta, se hizo cargo del tecladito midi para la melodía. Abajo, los que podían saltaban al compás del bombo, el resto se movía, haciendo que la vista desde arriba se asemeje a un mar embravecido. Here I Come es un tema especialmente compuesto para abrir recitales, sería imposible de imaginar esta canción en otro lugar que no sea primera.
Dark Run siguió casi sin pausa. Una tenue luz se encendió sobre el escenario y la gente enloqueció, es que por primera vez Los Educadores estaban sin máscaras, protección que utilizaron en sus giras por Europa y América Latina, y en un par de los shows sorpresas brindados en el país. La gente quedó en shock unos instantes, algunos tapaban sus caras sin poder creer lo que veían sus ojos, miraban hacia atrás, como buscando a sus amigos, decían el nombre de los protagonistas mientras los señalaban con el dedo. En escena Rocker se encarga de los teclados, sintetizadores, samplers, loops, efectos, sonidos y ruidos molestos, eso se sabe. Sorprendió ver a Braian Bauer haciéndose cargo de las guitarras, y lo digo en plural porque el set de cuerdas estaba compuesto por tres guitarras y no menos de quince pedales para conseguir los efectos. El bajo, a cargo de ToN, era más simple, solo un bajo de cuatro cuerdas, y lo más emocionante, fue que, tal cual Sumo en sus comienzos, Lole era la dueña total y absoluta de la batería, vestida con una musculosa blanca y un short de jean, dirigía la batuta desde el fondo, algo que no sorprende, ya que con Vicky alejada del mundillo del arte, y con Sofía fallecida, no son pocos los que afirman que “la única que piensa ahí es Lole”, en referencia al clan Vicky’s Books.
Rocker dio la bienvenida luego del tercer tema con un “buenas noches amigos, somos Los Educadores”, modestia por parte del líder, quien dijo somos a pesar de que el proyecto lleva su nombre en el título. En el escenario había un pizarrón como decorado, él caminó hasta allí y escribió su nombre para luego decirle al público, a sus educandos que “soy el profesor Rocker y voy a estar a cargo de esta clase”, Lole hizo sonar los redoblantes y el platillo para rematar el chiste.
Los temas se sucedían uno tras otro sin detenerse, las versiones en vivo son mucho más crudas y algunos efectos conseguidos en los discos son imposibles de trasladar al vivo, en algunos pasajes se pudieron dar el lujo de zapar, y Bauer improvisó un solo de guitarra de varios minutos para darle lugar a Rocker con una melodía jazzera, en ese segmento se pudo leer los labios de Lole, quien les gritó desde el fondo que “están re perdidos hijos de puta”, los chicos sonrieron y Rocker movió su mano sobre su cuello, señal de cortar la cabeza o de “esto no da para más”, así terminó la primera parte del show.
Intermezzo, es un tema de los demos de Rocker, creados desde la oscuridad y en solitario, y se hizo presente para darle tiempo a la banda a tomar agua y aire. Que uno de los demos apareciera fue una buena señal, y Rocker al regresar al escenario dijo “algunos de nuestros Educandos ya se recibieron, a ellos va dedicado este tema”, y la emoción se hizo presente en los seguidores más antiguos, quienes mostraban lágrimas en sus ojos al corear la melodía de Punchi Blues. Y como no hay dos sin tres, un tercer demo brotó, Tango Fail en una nueva versión mucho más potente sonó. Los más fieles saben que si esta canción suena hay un invitado especial, y sí, sin presentación alguna apareció entre el humo un ser humano a quien se lo conoce como el Malherido. Este ser comenzó a recitar poemas de Jim Morrison en una versión y traducción muy libre, “ir encender bebé, luz mi fuego”, dijo, luego recitó poemas propios que eran intercalados con versos del Martín Fierro y hasta pasajes de la mismísima Constitución Argentina. Los más fieles y por ende antiguos seguidores celebraban cada una de las ocurrencias del artista, quien estaba en su salsa, los más nuevos, claro, no entendían que carajo estaba pasando y se miraban de reojo. El Malherido se fue sin ser despedido ni despedirse, apareció como un fantasma y así se retiró, libre de egos.
Rocker, que extrañamente tenía muchas ganas de hablar, volvió a tomar el micrófono para decir que “antes de que empiecen a delirar, aclaro que hoy Vicky no vino porque fue mamá hace unos pocos días, y se quedó en su casa al cuidado Tadeo, el primogénito”, la gente aplaudió, aunque algunos de la platea masculina masticaban bronca pensando que “la perdimos para siempre”.
Llegó la hora de un lujo, tocaron el tema Born Slippy de Underworld, sí, el de la película Trainspotting. En el tema Grape Gum se dieron otro pequeño lujo, un capricho de más de diez años. Un enano disfrazado de pastilla salió a escena con una jeringa gigante, salpicando a la gente con líquidos rojos y verdes mientras reía bufonescamente. Un fiscal, se supo después, actuó de oficio y denunció a la banda por alta apología a las drogas.
“Bueno”, dijo Rocker e hizo un silencio, como pensando bien las palabras a decir, como buscando dar un discurso o no, pero simplemente terminó la frase con un “la próxima canción está dedicada a Sofía”, el público bajó la vista y llenó la sala de un respetuoso aplauso que se extendió por casi dos minutos para darle lugar a la hermosa She dances with the rain; Lole no fue capaz de esconder su tristeza y tocó todo el tema llorando.
Siguió con una furiosa y extensa versión de The lover Goddess y a esa altura ya se respiraba aire a final de concierto.
Con Warsaw, el primer himno de la banda según los educandos, los consagró definitivamente y con una también extensa versión de Whisky la banda se retiró de escena de a uno, primero Lole, no sin antes caminar hasta adelante del escenario y despedirse del público, quien la ovacionó con gritos, piropos y aplausos, la siguió ToN, bautizado como el Sid Vicius de la electrónica, su fuerte son las artes plásticas y eso quedó claro, Braian Bauer arrojó varias púas antes de partir dejando en solitario a Rocker con el piano, creando un loop que se fuer muriendo en fade out mientras él se retiraba, no sin antes anunciar un “gracias chicos, nos vemos en Septiembre”, el griterío invadió el lugar, el fade out mutó a silencio y las luces se prendieron.
Los músicos se retiraron del bar sin hacer declaraciones. Hay mes confirmado para un próximo encuentro, aunque no fecha ni lugar exacto.
Habrá, entonces, que esperar.


Crónica rechazada por la Rolling Stone
escrita por Miter Bubble.

LISTA DE TEMAS

01 Here I Come
02 Dark Run
03 Finish it Yourself
04 Be free
05 On your lips
06 Nurse Love
07 Move to Belinda
08 Hot Influence
09 Freak Show
10 The Ghost from Open Door
11 Shine in the Shadow
12 Intermezzo
13 Punchi Blues
14 Tango Fail 
15 Born Slippy 
16 Lucy is back
17 The Geisha's Requiem
18 How to Make
19 Grape Gum
20 She dances with the rain
21 The Lover Goddess
22 Warsaw
23 Whisky

Escuchá la discografía de Rocker & The Educators desde ACA.


jueves, 18 de junio de 2015

Manual del Cyber K (actualizado)



1- Llame al opositor con términos como gorila, nazi, facho, clarinista, monopólico, sojero, golpista, (y/o de última: trosko).

2- Sea siempre irónico, improvise alguna ironía, eso lo muestra como intelectual, aunque sea un ladrillo. 

3- Todo aquel que se oponga al gobierno K, es menemista, en caso de que le recuerde que Néstor se llenó de plata en los `90 y Cristina ayudó para la privatización de YPF, hágase el estúpido. 

4- Ya sabe, todo aquel que se oponga al gobierno K es nazi, aunque muchos de ustedes hayan reivindicado los dichos racistas de Luis D'elía a los blancos, a Israel o los de Hebe de Bonafini contra los bolivianos en Plaza de Mayo. 

5- Todo aquel que se oponga al gobierno K es de derecha (sigamos robando con eso). 

6- Todo aquel que se oponga al gobierno K lo votó a Mauricio Macri, así sea que recientemente le hayan dicho que no es así, usted insista. 

7- Todo aquel que se oponga al gobierno K quiere que vuelvan los militares y vitorea a Massera o Videla. 

8- Use frases como, “¿qué, preferís, que volvamos al 2001?” (niegue que el plan productivista Duhalde, mal que nos pese, y que Lavagna fue el verdadero motor de la recuperación de la economía argentina luego del 2001 y no el de Néstor). Evite que les digan que la Argentina fue favorecido con los precios internacionales más altos para exportar de toda la historia (sin embargo sólo se duplicaron mientras que Brasil triplicó). 

9- Cada tanto diga que usted lee a Marx, aunque no tenga la menor idea de quién es, eso le da un estatus inalcanzable para los impíos. 

10- Si el hereje dice que le gustaría votar a Solanas u otro partido más chico, se hace el gil... recuerde, todo opositor vota a Macri. 

11- Todo opositor escucha Radio 10 y es fan de Feinman. 

12- Repita muchas veces “Cristina 2011, vamos a ganar, vamos a ganar”, aunque no se lo crea ni usted mismo... 

13- Si nombra algún hecho de inseguridad diga que es una mentira de Clarín y TN. 

14- Si otro tiene la razón y usted no sabe qué responder, escríbale muchas palabras que no importa que significan y trátelo de ignorante. 

15- Relacione todo lo malo que encuentre con la dictadura. 

16- Lea títulos de libros que nadie lee y recomiéndelos (junto con el punto 14). 

17- Si su mentalidad no da para otra cosa, pruebe con insultar. Si le responden mal, pase a victimizarse o insúltelo, pero ahora por mensaje privado (elija 1 opcion o las 2). 

18- Si dicen que hay inflación, digan que solo afecta a la p… oligarquía argentina, a la clase media y alta. 

19- Tenga siempre presente la palabra sensación (sensación de inseguridad, sensación de inflación y corrupción) eso lo ayudará ante ataques del hereje. 

20- Si se encuentra en apuros ante preguntas que no puede contestar, desvíe el tema, atacando o ninguneando, y después desaparezca por 3 hs. como mínimo, y retome el otro tema, tocando los puntos 2, 7, 8, 11, 12. Opcionales de segunda línea: 13, 17, 1, 4. 

21- Cuando no pueda refutar la realidad que le plantean sobre el gobierno K, proceda a decirles "ustedes critican pero no se les cae una idea". 

22- Nunca se olvide de preguntar "¿Vos a que candidato vas a votar?" (aunque todavía no se hayan armado las listas). Tras la respuesta, descalifique al que sea, recuerden que todos deben estar del lado de los fachos. 

23- Como no lo dejaron terminar con las ideas culmine con la frase: "Con Néstor hasta la victoria"... 

24-Pase a cobrarle al puntero de su pueblo los planes descansar para ir a actos políticos y el cyber, no pierda tiempo leyendo libros ni informándose con otros medios que no sean los del gobierno y su multimedio. 

25-Haga perfiles truchos para sumar miembros a todos los grupos K, trate de no ser descubierto por Facebook como ya está sucediendo. 

NUEVA REGLA DE ULTIMO MOMENTO 

26- Siempre estuvimos con Scioli, es el candidato del modelo, Randazzo esta vinculado con la dictadura y Menem, no forma parte del proyecto Nacional y Popular
 

lunes, 15 de junio de 2015

¿Se retira Del Potro?

Otro duro momento para Juan Martín del Potro: reconoció que vive "días negros" y anunció una nueva operación. La Torre de Tandil publicó un video en el que cuenta la dura situación que atraviesa; mientras busca "nuevas alternativas", dejó de entrenarse.


Otro duro momento para Juan Martín del Potro. Y, por la forma de elegir sus palabras, quizás el peor desde que comenzó la recuperación por la lesión en su muñeca izquierda, que comenzó en febrero de 2014 y que apenas le permitió jugar cuatro partidos. En un sentido video subido a Youtube, la Torre de Tandil reconoció que vive "días tristes, negros, con poca luz en el camino". Además confesó que dejó de entrenarse hasta encontrar nuevas alternativas y anunció una nueva operación. 

"Este último tiempo, desde mi último torneo en Miami hasta hoy, he pasado semanas difíciles, complicadas. Con días tristes, negros. Con poca luz en el camino debido a mi lesión grave en la muñeca. Lo mejor de todo, que es lo que quiero contarles, es que no me doy por vencido. He buscado soluciones y diferentes opiniones para no cerrarme en una sola visión o en un solo diagnóstico. Esto también fue apoyado por mi médico de cabecera. No puedo dejar de lucha por lo que más quiero: jugar al tenis", comenzó Del Potro su largo monólogo, que duró 14.55 minutos. 

Y agregó: "He sufrido muchas decepciones en mis anteriores regresos. En el último torneo en Miami, mi sensasaciones no fueron buenas. Me sentí muy mal en ese torneo, más allá de la energía que tenía. Pero eso me hizo ver que no podía continuar en ese estado y que no podía volver a entrar a una cancha de tenis con ese dolor en la muñeca. Por eso, desde que comencé con estos problemas en 2012 y 2013, ahora es el primer período en el que no estoy entrenando, ni en la parte tenística ni la parte física. Sólo me encuentro luchando mental y psicológicamente para no rendimirme y poder encontrar soluciones para mi mano" 

La Torre de Tandil confirmó que será operado el próximo jueves en los Estados Unidos. "Al principio era una tendinitis y hoy es algo más grave: está más comprometido el tendón. Varios especialistas y mi médico de cabecera recomendaron hacer una nueva cirugía. Con todo el dolor y la frustración que eso me produce, y todos los momentos que me tocarán atravesar las próximas semanas, he decidido animarme y poner el cuerpo otra vez para entrar a un quirófano. Ojalá pueda ser la solución definitiva. Ojalá me pueda curar para siempre y pueda empezar a ser feliz, con o sin raqueta, pero con el cuerpo sano", sostuvo el tenista argentino, ganador del US Open 2009 y la medalla de bronce en Londres 2012, dejando en claro que continuar con su carrera profesional hoy no es su prioridad. 

Ojalá me pueda curar para siempre y pueda empezar a ser feliz, con o sin raqueta, pero con el cuerpo sano 
"Cuando terminé el torneo de Miami, mis sensaciones fueron horrible. Me dije: no quiero pelearme con el tenis, no quiero llegar a odiar este deporte. Decidí empezar a recuperarme a mí mismo como persona y dejar de lado al tenista y al jugador. Así viví este tiempo. Aunque la gente piense que estoy atravesando una depresión y que no quiero jugar más al tenis, que sepa que lo único que hice fue buscar una solución y una alternativa para mí problema. Es difícil saber qué camino seguir o tomar", aclaró. 

Por último, dedicó algunos minutos para contar cuál es la relación con su equipo de trabajo, comandado por Franco Davín. "Es difícil acompañar una persona que no encuentra una solución y lo sigue intentado, mientras ve que el tiempo pasa, uno crece y no encuentra motivación ni objetivos para seguir. Ellos siguen al lado mío esperando que me recupere. Eso es lo más valorable que puedo tener y conseguir como persona. Son mis entrenadores, mis amigos, mis compañeros de viajes, de aventuras, de sueños logrados y frustraciones. Nunca me dejaron de lado, siempre estamos unos para otros. Le agradezco con el corazón que sigan apoyándome", concluyó.. 

EL VIDEO 


Un Chico

Tadeo mira poco y nada la televisión. Se deleita solo con los documentales de asesinos en serie y con los "Viernes de placer y venganza" de Discovery Investigation. Aprendió con el tiempo a querer (y admirar, por qué no) a Woody Allen, y putea a Pedro Almodóvar aunque no puede dejar de ver sus películas. Maldice en voz baja cada vez que en el veloz zapping "engancha" una película del director español, porque se ve obligado a mirarla sí o sí, y eso "le hace perder el tiempo".
Toma un mate cada tanto, tibio, inclusive frío en varias oportunidades. Le gusta el ritual, poner un mantel, preparar el tarrito de azúcar sobre el ángulo superior izquierdo del mismo, el mate en el centro, si es posible sobre la manzana que tiene como diseño el mantel, la pava eléctrica a la derecha. Deja que el agua se enfríe un poco. Toma un primer mate amargo y rápido. Al segundo le pone dos cucharadas de azúcar. A partir del tercer mate la secuencia se torna más espaciada; camina por su casa, mira por la ventana, enciende la computadora para poner música, prende el televisor en volumen cero y deja algún deporte. Es consciente de sus propias obsesiones, el volumen de la tele debe ser múltiplo de cinco, el aparato debe apagarse estando en un canal par, el zapping es descendente a partir del canal 70, obsesión que tiene su lógica porque el botón del control remoto para subir de canal ya no funciona.
A veces toma café con la esperanza de que el insomnio fomente su creatividad, pero no hay caso, hace meses que está bloqueado. Hoy es un simple fotógrafo de eventos sociales, bautismos, comuniones, casamientos. Atrás quedaron sus tiempos de fotógrafo freelance o indie, ya no hace muestras ni sale en las revistas.
El timbre de su departamento suena. Presta atención y puede percibir a unos metros el sonido del motor de una moto. Seguramente se trate del delivery de pizzas. Camina por el angosto pasillo, su departamento es el último de los vecinos. En la segunda ventana ve (y escucha) que la familia está mirando un partido de fútbol, en el primer departamento abunda el silencio.
Intenta abrir la reja que da a la calle, putea en voz alta porque se olvidó la llave, se disculpa con el chico del delivery y le dice que ya viene, "ya vengo, me olvidé la llave", pero no termina de caminar unos metros que vuelve sobre sus pasos con la brillante idea de pasar la caja de la pizza por entre las rejas. Tratan entre los dos, empujan, hacen fuerza, pero no se puede, la caja se está deformando, la pizza se enfría y la reja anti robos es también anti delivery. No tiene más opción que regresar hasta su departamento a buscar la llave, aunque no tiene la más puta idea de donde puede llegar a estar. Busca en la mesa de luz, en los cajones, debajo de la cama, en la mesa, nada. Maldice en voz alta citando los genitales de la hermana que no tiene.
- ¡¡Aguantame un segundo!! - grita desde el fondo al chico del delivery.
El chico prende y apaga las luces de la moto en señal de afirmación.
Tadeo golpea la puerta de su vecino. Sabe de su fanatismo por el fútbol, y que interrumpir un partido puede ser motivo de disputa vecinal. Le explica lo sucedido y le pide prestada la llave de entrada. Siente la obligación moral de dejarle una buena propina al chico de la pizza por la espera.
- ¿Como van? - pregunta al devolver la llave.
- Empataban, pero no sé, ahora se armó un quilombo con la hinchada y los jugadores, parece que lo suspenden.
Abre la caja para resignarse, la pizza ya no es pizza. Está fría, dura, la salsa corrida y el queso todo desparramado sobre un lado del cartón. El hambre lo puede y come tres porciones, el resto sabe que lo tirará al día siguiente en el contenedor de la esquina.
Se recuesta sobre su cama solo para recordar la enorme contractura que yace sobre sus hombros y toda la espalda y la zona lumbar. Tiene ganas de gritar, el dolor es inmenso, los calambres lo agobian desde hace varios días. Mira de reojo la mesa de luz, allí está reluciente la tarjeta blanca que su mejor amiga le había dado por la tarde, donde decía que una tal Eugenia realizaba masajes descontracturantes.
Observa el número telefónico y se promete que llamará por la mañana mientras se pregunta donde mierda estarán las llaves.

jueves, 11 de junio de 2015

La Puerta del Fondo

El departamento del tercer piso tiene cuatro habitaciones, dos baños, una sala de espera con cómodos sillones donde varias veces se colma de gente, una cocina pequeña y un lavadero que en realidad es utilizado para que las profesionales se vistan allí, o hagan reuniones improvisadas en sus mínimos ratos libres, donde se intercambian consejos, experiencias y planifican la salida de los fines de semana.
De las cuatro habitaciones existe una que genera temor en las chicas, la del fondo. Claro que ninguna está exenta de lo que ocurre allí, y al aceptar el trabajo bien remunerado ya saben con anterioridad de qué se trata la historieta. Pero conocer al monstruo no implica perderle el miedo.
Ella sabe desde anoche lo que tendrá que hacer en apenas unos minutos. Mientras se mira al espejo para maquillarse los ojos recuerda la primera vez que aceptó ingresar en la habitación del fondo. Hasta ese entonces ella solo había participado en los otros tres dormitorios, y si bien el salario le alcanzaba, la tentación (y la necesidad) hizo que la oferta sea aceptada.
En el cuarto del fondo hay algunos privilegios. Por empezar quien entre en él tiene la ventaja que solo trabajará ese turno, y su jornada laboral se hace más corta. También la remuneración es muy superior. Solo hay que estar con el cliente dos horas, más algunos minutos de "yapa" que siempre ofrecen como servicio extra, minutos que son premiados con suculentas propinas que aumentan el ingreso monetario. Otra regla del lugar es que ninguna puede ingresar en el dormitorio en cuestión más de una vez por semana.
Ella piensa mientras pinta sus labios las razones que la llevaron a estudiar y ser profesora de yoga. Desde muy chica brindó clases a mujeres mayores, pero debió suspenderlas al quedar en cinta, luego le costó demasiado recuperar la clientela. Es por eso que también se recibió de varios cursos como masajista. Desabrocha prolijamente los primeros dos botones de su camisa y trae a su mente el momento en el que hizo su primer masaje descontracturante, sabe que no lo hizo bien, unos días después se entera que su cliente contrató a otro masajista más profesional para corregir las errores suyos, ahora sonrie, ya no le ocurre eso, ahora ella también es profesional y sabe lo que hace, pero esto es otra cosa.
Se mira al espejo y no se reconoce. Se asusta de sí misma. Su expresión de temor la paraliza. El maquillaje no es capaz de disimular las muecas de pánico. Siente temor, claro, pero esta clase de clientes paga poco a poco la deuda de la hipoteca de la casa de sus padres, y le permite pagar su propio alquiler sin ningún sobresalto económico.
Ya dentro del dormitorio ve que el hombre está fumando. Él no le dice palabra alguna, fuma tranquilo y la hace esperar de pie. Apaga el cigarro en el cenicero de la mesa de luz, se incorpora y camina hasta el placard, de donde retira un collar de cuero y un cinto largo que tensa estirándolo con sus manos. Ella siente como si corazón comienza a palpitar con urgencia y su boca, súbitamente, se seca. Esto es nuevo. Trata por todos los medios de evitar que las lágrimas que se están formando en sus ojos caigan, sabe que llorar solo empeorará las cosas. Siente frío y dolor en el estómago. Tiembla.
El hombre se para frente a ella. Sin decirle palabra alguna le coloca el collar con cuidado, corriendo su cabello hacia un lado para no engancharlo. Coloca sus manos en sus hombros, sujeta todavía el cinto que cae colgando a un lado de la chica, rozando sus muslos. Ejerce presión y la obliga a ponerse de rodillas. Ella siente un chasquido de metal y sabe que el cinto se está uniendo al collar. Él la empuja desde la nuca y la invita así a ponerse en cuatro patas. Cierra los ojos cuando él la invita "a pasear un poco" por el dormitorio, que para males de ella es amplio. De esta forma dan vueltas al rededor de la cama, ella fingiendo ser una mascota y él un amo que debe adiestrarla. Jala del cinto ahorcándola como señal para que se detenga. Ella no puede contener las lágrimas cuando el le pide que ladre. "Guau, guau" dice, y no puede creer que existan hombres que paguen por esto, y piensa en su hijo y en toda su inocencia, piensa en sus padres y el orgullo que le demuestran sentir por ella día a día, y piensa, sobre todo, en su propia dignidad.
Sabe con resignación que la humillación recién comienza, y que una parte de su alma se quedará en esa habitación por siempre.

martes, 9 de junio de 2015

Otra Chica

Faltaba solo un cuarto de hora para que ella ingresara al trabajo y aun estaba en su casa, ya lista, preparada, con la cartera en sus manos, caminando de aquí para allá, nerviosa, mirando su reloj pulsera a cada instante. Su madre no llegaba, y no podía dejar a su bebé solo. Una ironía pensó, ella trabajaba de niñera y no tenía en ese momento quien cuidara de su hijo. Nada grave, su madre ya se había comunicado con ella explicándole que se demoraría unos minutos porque el colectivo en el cual se estaba trasladando había sido víctima de un piquete a la salida de un cruce de avenidas, pero que ye era un problema solucionado.
Con timidez y asustada llamó a su patrona, una mujer joven que también debía ir al trabajo y no podía, por supuesto, dejar a su hijo solo. La jefa se molestó, no tanto con ella sino con la situación, al fin y al cabo, nadie controla y no depende de uno ser víctima de un piquete.
La madre de la niñera llegó disculpándose con cuanta plegaria conocía y metiendo a Dios en cada una de sus oraciones; "Dios mío, se me hizo tarde", "yo le pedía a Dios que levanten el piquete", "Dios quiera le empiece a ir bien a este país", "gracias a Dios ya estoy acá". La chica la saludó con un beso en la mejilla y caminó casi al trote hasta la parada del colectivo, donde la suerte estuvo de su lado y gracias a un semáforo que detuvo al tráfico, ella tuvo la posibilidad de llegar a tiempo.
En el transporte ya no quedaban asientos libres, y por supuesto nadie tuvo la gentileza de cederle un lugar. Caminó hasta el fondo porque ya conocía el recorrido, y en la siguiente parada subiría demasiada gente, y si quedaba en el medio del pasillo los hombres, con la excusa de tener que ir hacia atrás para descender del micro, aprovechaban para tocarla con cualquiera de sus extremidades. Ella poco podía hacer, un par de veces, frente a la alevosía del toque sintió la necesidad de insultar a su agresor, pero el tipo negó todo, le dijo que estaba loca, que era susceptible y se rió con sorna; la gente presente no hizo absolutamente nada. Generalmente ella permitía los manoseos, abrazaba su cartera por temor a que se la robaran, tomaba aire, los insultaba por dentro y continuaba su viaje. Algunas veces tenía la dicha de conseguir un asiento, eso para ella era un enorme alivio, y en tal situación se vio siendo egoísta, al ver subir a una anciana con bastón, y al ver que nadie le ofrecía un lugar, ella tampoco lo hizo, bajó su mirada hasta la ventana para ver el paisaje urbano, de ninguna manera iba a ponerse de pie en el medio de una jauría de hombres. Lo sintió por la mujer.
Ella iba con sus auriculares escuchando música, aunque realmente no estaba oyendo nada, sino que iba haciendo cuentas mentales sobre las cuentas a pagar, si el padre de su bebé le daba algo de dinero quizás tuviese un mes tranquilo, pero en el fondo sabía que eso no iba a ocurrir. Ya no sabía como disculparse con el mercadito que le daba fiado, y hasta dejó de ir al kiosco de la otra cuadra por vergüenza de no poder pagar las últimas dos cargas virtuales, y como ya había pasado mucho tiempo, a pesar de tener el efectivo para saldar la deuda, la vergüenza fue más grande y ya no volvió a ir, inclusive hasta se tomaba el trabajo de no pasar por esa cuadra, o si no le quedaba más alternativa, lo hacía por la vereda del frente, con la cabeza gacha y a paso veloz.
Descendió del colectivo con cuidado, el suelo estaba mojado y resbaloso por las lluvias de la noche anterior y no quería caerse. Caminó dos cuadras hasta llegar a la casa donde trabajaba, su jefa estaba esperando impaciente en la puerta de entrada. Se saludaron, ella se disculpó pero no había tiempo para mucho más, ingresó al hogar al mismo tiempo que la patrona corría hacia la parada del colectivo con la esperanza de llegar a tiempo a su trabajo.

viernes, 5 de junio de 2015

Una Chica

Una chica baja del colectivo en la parada de mitad de cuadra. Desciende con cuidado y debe dar un pequeño salto porque últimamente ha llovido y se forman charcos. Ella no quiere que sus botas se ensucien ni que se salpique con barro su jean. Patina en el pasto y está a punto de caerse pero se sujeta a tiempo de un poste de luz que lleva un cartel casero con la foto de un perrito perdido. Introduce la mano en el morral buscando el teléfono celular, lo toma y cuando va a sacarlo su dedo se engancha con la tapa de tela porque lleva puesto un anillo. Se desespera. El celular está sonando y ella no puede responder. Se da cuenta que en realidad el ringtone es producto de un mensaje y no una llamada. Se tranquiliza y desata el anillo de los hilos sueltos de la tapa del morral con más tranquilidad. Habría sido más simple hacer fuerza y cortar los hilos, pero eso habría producido que parte de la tapa se rompiera.
Camina unos pasos con el teléfono en sus manos. Todavía no ha levantado la vista desde su descenso del transporte público. Lee el mensaje en cuestión y sonríe. Las posibilidades son varias. Pudo haber recibido una foto graciosa, de esas que se hacen virales en la web, o bien pudo haber recibido un chiste de esas compañías a las que uno se suscribe por unos no tan pocos centavos por día. Quizás era su jefe diciéndole que mañana cobraría el aguinaldo o una amiga confirmando la presencia del chico que le gusta en la fiesta del fin de semana. Tal vez alguien le está pasando la nota de un examen de la facultad, porque quizás la chica estudie, o es su madre que le confirma que agarró el 48 en la Nacional. También la sonrisa puede ser irónica porque el mensaje es en realidad un aviso de la compañía de celular diciendo que su plan ha sido actualizado y la tarifa incrementada.
La chica se detiene en la ventana de un kiosco, pide una botella de agua y al recibirla le pide disculpas al señor que la atendió, pero le pregunta si no tiene otra que esté más fría, porque esa tarde hace calor y hay mucha humedad producto de las recientes lluvias. "A lo mejor una de las de atrás", dice con timidez la chica. El señor le cambia la botella y le dice que tiene lindos ojos. Ella sonríe, inclina la cabeza hacia un lado y agradece.
Dos cuadras más adelante, y luego de soportar tres piropos, dos de ellos elevados de tono, ingresa en el hall de un edificio, toca el timbre de un departamento ubicado en el tercer piso y la puerta se abre. Generalmente ella sube por la escalera, porque de paso le sirve como ejercicio para tonificar las piernas, pero hoy se le hizo tarde y utiliza el ascensor.
Ingresa en el departamento. La recibe una señora mayor. Se disculpa por la tardanza diciendo que la niñera llegó tarde y perdió el colectivo de las cuatro. La señora parece disculparla, aunque es indiferente tanto a su disculpa como a su demora. Deja apoyado el morral sobre un sillón y pregunta si ya hay alguien mientras se quita también su campera y estira la remera hacia abajo para alisarla. La señora le responde que sí, que en la habitación del fondo ya hay un cliente esperando por ella.
Su corazón palpita con fuerzas. Todavía no se acostumbra. Se dirige al baño para cambiarse y ponerse el traje del oficio. Se maquilla y se perfuma. Cierra los ojos. Respira profundo. Ya se ha olvidado del mensaje recibido, y ese pequeño instante que la hizo sonreír es parte de un pasado lejano, remoto, melancólico. Camina hacia el dormitorio del fondo con la esperanza de que el cliente sea, al menos, alguien lindo, o presentable. La última vez había sido hace ya una semana, y no había sido nada agradable, una persona obesa y peluda, que sudaba demasiado. Ingresó en el cuarto, el hombre estaba fumando. Sintió cerrarse la puerta detrás de ella y sintió miedo, siempre sentía miedo.